viernes, 8 de octubre de 2010

DECÁLOGO del NAVEGANTE CLASICO

Nuestros muy estimados "Navegantes Clásicos": Con el fin de incorporar nuevos elementos a esta cofradía es que detallaremos a continuación una serie de máximas, sin que la enumeración de las misma resulte limitativa, pudiendo sumar las vuestras a través de su opinión al pie del presente artículo. Sin más, he aquí el "Decálogo del Navegante Clásico"

* Nunca navegar poniendo en riesgo la seguridad de terceros. Es importante demostrar respeto por cualquier otra embarcación, absteniéndose de realizar maniobras bruscas o repentinas, navegar apopados desplazando grandes cantidades de metros cúbicos de agua, etc.

* Procurar ceder el paso, cayendo a estribor, evitando cortarle la proa a la otra embarcación. El delta existe para distendernos, para disfrutarlo y para navegarlo. Para aprovechar el paseo en su máxima calidad será menester dejar el "apuro" en tierra.

* Navegar a velocidad de maniobra al ingresar a bahías, amarraderos o fondeaderos, teniendo cuidado de no molestar a los que allí se encuentren. Estos son lugares en donde la tripulación se encuentra relajada y, en consecuencia, carentes del estado de alerta. Por lo tanto, respete el deseo del otro navegante.

* Mantener vivo el espíritu solidario para con otras embarcaciones y habitantes de la isla. Desde el cordial saludo a mano alzada hasta la eventual ayuda ante un imprevisto o desperfecto, el Navegante Clásico conservará a perpetuidad esta característica propia y directamente relacionada desde siempre con el delta.

* Utilizar el VHF con coherencia y responsablemente. La comunicación es un tema serio y como tal se le deberá brindar respeto liberando el canal 16, modulando en alta potencia solo si fuese necesario y evitando saturar el espacio con señales innecesarias.

* Hacer uso de las señales acústicas cuando navegamos por todo canal, curva o codo cerrado que nos impida ver la salida. Puede evitarnos pasar por un momento de tensión ante la aparición abrupta de un mercante o yate. Una pitada larga o repique de campana de entre 4 a 6 segundos de duración anunciará su presencia, una pitada corta o golpe de campana de 1 segundo de duración indicará que caerá a estribor.

* Contar con todos los elementos de seguridad a disposición y en buenas condiciones. Una muy buena opción adoptada para la salvaguarda de nuestra tripulación y embarcación. Incurrir en la simple intención de cumplir con este requisito para no ser multado, es un gran error.

* Ser capaz de aplicar los primeros auxilios a quien los necesite. El medio en que se desarrolla nuestra actividad incrementa el índice de riesgo, por lo tanto, es necesario que el navegante cuente con los elementos necesarios y esté capacitado para afrontar ciertas contingencias.

* No perder las bondades de la camaradería. Una charla en un cockpit, un asado en un parador, una travesía en grupo, el traspaso de información o experiencia, la recomendación de una derrota; en fin, todo aquello que se disfrute de este noble deporte.

* Recordar que cuanto más se tarda, más se navega. Aprender a utilizar nuestra embarcación no solo como medio de transporte lleva tiempo. Cuando uno comienza a disfrutar de esto y se da cuenta del placer que significa navegar, entiende que la salida no empieza cuando uno llega a destino.

* Mantener presentes y difundir las buenas artes de la navegación. Mantener viva la escencia y las bases de esta actividad, es el mejor legado que podemos dejar a los nuevos nautas.

* Utilizar las zonas de privilegio según lo establecido. No sometamos a situaciones peligrosas a otros que solo quieren disfrutar del delta. Practicar deportes náuticos en zonas no permitidas es riesgoso para todos.

Estos son entonces algunos de los puntos que el "Navegante Clásico" respeta y ejecuta, colaborando así a que todos los nautas tengan el mismo derecho a disfrutar del río, del paisaje y la buena navegación.
Esperamos vuestras sugerencias y les deseamos la mejor de las singladuras!