viernes, 22 de octubre de 2010

MOLDURAS DE GOTERA

Todos los "Navegantes Clásicos" que poseen un barco de madera conocen del mantenimiento, reemplazo y colocación de molduras decorativas, de terminación, etcétera.

Esta nota tiene por objeto transmitir la experiencia personal de fabricar e instalar unas molduras de gotera. Estas permitirán que el agua de lluvia que corre por las carrozas no ingrese por ventanas, ojos de buey o aberturas.
Para comenzar es fundamental elegir apropiadamente el tipo de madera a utilizar en cada tipo de trabajo. Es decir, una madera dura será ideal para exponer a la inclemencia de la intemperie, mientras una madera blanda pero vistosa podrá utilizarse para los interiores.

En mi caso me decidí por una que sea resistente al agua y al sol, pero también, que sea lo suficientemente flexible como para copiar las líneas curvas de la estructura.
El siguiente paso fue diseñar la forma de la moldura y adjudicarle sus respectivas medidas, largo, espesor y altura.

El material se adquirió en bruto, por tirante, y hubo que cepillar, cortar y lijar; una vez que se obtuvieron las varillas, se maquinó con la fresa seleccionada para lograr la moldura deseada.
Ya terminadas, se aplicaron dos manos de barniz marino sobre la base de los veinticuatro metros lineales de moldura, previa perforación de los orificios por donde se efectuaría la sujeción mediante tornillos de bronce o acero inoxidable. Es importante disponer de un buen sellador para colocar en el asiento de la moldura contra la carroza, evitará así toda probable filtración a través de los tornillos.

Una vez fijada, se encolarán los tarugos que tienen por objeto tapar las cabezas de los tornillos (como muestra la fotografía), se cortarán y lijarán con ayuda de un taco, hasta que queden integragrados y a paño con la moldura.

Una vez terminado este paso, continué con la aplicación de una mano de barniceta (50% barniz y 50% aguarrás) con color a los fines de emparejar la tonalidad con el resto de la carpintería.
Creo, sin temor a equivocarme, que la tarea mas complicada fue copiar las curvas de la carroza, las que fueron realizadas en una sola pieza cortadas con una sierra caladora para después mecanizarlas con la fresa y terminadas de ajustar ya colocadas.
Es increible el cambio de apariencia resultante de la colocación de estas varillas que no demandó demasiado tiempo ni dinero.

Estimados amigos, espero que se animen a vestir vuestros barcos con detalles que contribuyan a la estética y funcionalidad del mismo y que mi relato les pueda ser de utilidad. Buenas travesías! y hasta el próximo encuentro.