viernes, 29 de octubre de 2010

Una "JOYA": el ACHALAY III

Embarquen y tomen asiento para conocer la historia de un yate clásico con doble personalidad.


Según una versión tomada del ambiente náutico, el barco habría sido construido en 1945 y obsequiado por Mercedes Benz, a través de Evita, a su hermano Juan Duarte quien habría sido el primer propietarios del lujoso navío. La documentación que probaría este vínculo se habría arruinado durante una inundación sufrida en la década del 50 en los sótanos de Prefectura. No es un dato menor que se retirara, hace ya bastante tiempo atrás, una gran estrella de Mercedes de su proa.
El Esmeralda, como lo llamaron al botarlo, luego de la muerte de Juan Duarte pasó a manos del sindicalista Jorge Antonio. El amigo, confidente y delegado de Perón, navegó frecuentemente las costas de Uruguay hasta su fallecimiento.

Otra versión concluye que fue construido en 1951 en los astilleros Cardozo y Figueredo y que su primer dueño, el propio Jorge Antonio, fue quien lo bautizó Esmeralda. Con 24 metros de eslora, 5 de manga y dos motores GM de 225HP cada uno, esta embarcación habría sido la tercera de la denominada "serie Achalay" y el cuarto barco que construyera este astillero.
Después de la muerte del sindicalista, el yate permaneció en estado abandónico durante diez o doce años hasta que, en 1973, Alberto Nazar Anchorena lo adquiere en un remate judicial.

Luego de varias modificaciones realizadas por el astillero Cadenazi a lo largo de cuatro años de obra, se logró dar con las líneas actuales del navío. Construido en viraró, su diseño original constaba, de proa a popa, de: camareta con baño para el marinero, un camarote doble principal, la cocina en una banda y el baño enfrentado sobre la otra, al subir unos escalones la timonera y el salón y por último dos camarotes.

En 1977 el yate vuelve al agua pero como Achalay III en el Club Náutico San Isidro.

En el año 2000, Diego Montes de Oca adquiere el emblemático yate y reforma algunos elementos estéticos y técnicos aunque mantuvo los continuos y clásicos viajes a Punta del Este.

Esta ha sido la historia de un barco con doble personalidad y un solo destino, escribir un párrafo de nuestra história y vivir para contarlo. Estimados Navegantes, tengan uds. buenos vientos y los esperamos en el próximo encuentro.